11 agosto, 2009

TRANSFUGISMO EN UPN


¿Como podría definirse a unas personas que desafían la autoridad de los dirigentes de su partido, desautorizando una decisión tomada por el mismísimo presidente del Gobierno de Navarra y presidente entonces de UPN, y respalda por el consejo político de UPN? A mí no me cabe ninguna duda; cuando se está dentro de un partido se está para lo bueno y para lo malo, y deben acatarse las decisiones del mismo o dejar el partido con todas las consecuencias, como hizo por ejemplo la concejala socialista de Tudela Cari Cerdán, al no estar de acuerdo con la postura del PSN-PSOE en cuanto al polígono de tiro de las Bardenas. Cuando se toma una decisión, hay que ser valiente y asumir las consecuencias de la misma.

Articulo de Santos Cerdán León, miembro de la CER del PSN-PSOE publicado en Diario de Navarra el 01/08/09.

TRÁNSFUGAS EN UPN, ¿DEMAGOGIA, DESCONTROL?

Resulta evidente la demagogia empleada por UPN a la hora de definir el concepto de TRANSFUGISMO. Según el pacto del año 2006 se considera tránsfuga “a los representantes locales que traicionando a sus compañeros de lista y/o de grupo o apartándose individualmente o en grupo del criterio fijado por los órganos competentes de las formaciones políticas que los han presentado, o habiendo sido expulsados de éstas, pactan con otras fuerzas para cambiar o mantener la mayoría gobernante en una entidad local”.

Estos días hemos escuchado al portavoz regionalista, Sergio Sayas, que no ve transfuguismo en la actuación de Cristina Sanz, concejal del Ayuntamiento de Pamplona, ni tampoco en el Ayuntamiento Ribaforada.

Una opinión desautorizada por sus compañeros de partido, como Carlos García Adanero, Secretario General de UPN, la Senadora María Caballero o Miguel Sanz, hasta hace poco presidente regionalista. Sanz incluso ha pedido públicamente, con absoluta claridad, la salida de Cristina Sanz del Grupo Municipal de UPN de Pamplona. Más claro, agua.

No se puede engañar a la ciudadanía, no se puede manipular y utilizar el marketing por encima de los valores éticos que todos debemos tener, máxime los partidos políticos y sus representantes.
Algo se mueve en UPN, ¿falta de autoridad?, ¿falta de control?, ¿manipulaciones?, ¿demagogia? o ¿falta de un proyecto propio y claro diferente del que pueda tener el PP de Navarra?

Hemos visto como la edil pamplonesa Cristina Sanz, ahora en las filas del PP, llegaba a un acuerdo con Yolanda Barcina, acuerdo que el Secretario General Carlos García Adanero y el propio Miguel Sanz han desautorizado públicamente. Es de suponer que Cristina Sanz actuará como le marque la dirección del PPN. Se trata de poner los intereses partidistas por encima de cualquier otra cosa, incluso de las normas éticas más elementales en el ejercicio de la actividad política. Vale todo con tal de conseguir el fin: ganar la notoriedad política que el PPN no tienen en el Ayuntamiento de Pamplona.

Lo que no está nada claro es que eso moleste o incomode a la alcaldesa y presidenta de UPN, Yolanda Barcina. Será probablemente el único caso en la etapa democrática de España en el que se premie al tránsfuga, en este caso a la tránsfuga, manteniéndola dentro del Grupo Municipal de UPN. La presidenta de UPN está dispuesta a tener en su casa a quien le ha usurpado un escaño en el salón plenario de Pamplona. Toda una paradoja. Responsables de UPN –salvo Yolanda Barcina, una vez más- han venido afirmando que Cristina Sanz está traicionando a sus compañeros de lista, al apartarse del criterio fijado por UPN. Si es así, como ellos mismos han declarado, nos encontramos ante un claro ejemplo de transfuguismo, aunque es evidente que algunos dirigentes de UPN –su presidenta, precisamente- no se sientan traicionados por Cristina Sanz.

Lamentablemente, la indefinición y la disparidad de criterios antagónicos en el seno de UPN se mantienen en el tiempo, tras oír a Sergio Sayas, nada más que el portavoz de la ejecutiva de UPN, decir que el caso de Ribaforada no es transfuguismo. Recuerdo las palabras de Miguel Sanz cuando se inició el lamentable episodio de Ribaforada, donde UPN e IU presentaron una moción para arrebatar la Alcaldía al PSN-PSOE. Miguel Sanz anunció la disolución del Comité Local de UPN y advirtió a los promotores de la moción de censura que su forma de actuar, al margen de las directrices de la dirección del partido, no les saldría gratis.

Fueron expulsados los concejales de Ribaforada de UPN, ante los medios de comunicación. Pero hoy es el día en el que en el Ayuntamiento de Ribaforada siguen manteniendo el Grupo Municipal de UPN. Esto es un claro ejemplo del doble juego que mantiene UPN, que basa su comportamiento político en decir una cosa ante la opinión pública y hacer otra en las instituciones. Recientemente lo hemos visto en el Ayuntamiento de Villava, donde UPN votó a favor de una moción presentada por ANV, una moción que regulaba nada más y nada menos el funcionamiento interno del Ayuntamiento, posibilitando con sus votos que ANV sacara adelante su moción.

Algo se mueve en UPN, una nueva dirección, sin proyecto definido, que no cumple la palabra dada ni los compromisos adquiridos, que utiliza la demagogia, que basa sus acciones en el marketing y está engañando a todos los navarros y navarras.

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